Lecturas de la Revolución Rusa

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Resumen

Con admirable desapasionamiento, los egiptólogos pueden disertar sobre un mundo de hace tres mil años, un mundo animado por fuerzas misteriosas, de obras colosales al costo de una esclavitud despiadada, una era en la que los dioses están presentes, encarnados en sus faraones, con interludios monoteístas y arrebatos iconoclastas de adversarios implacables. El paso del tiempo, un largo tiempo, ha limado todas las asperezas de esos delirios, sufrimientos y esperanzas. Tal vez sea posible que algún día se pueda hablar de la Revolución Rusa como se habla del Antiguo Egipto.

Eso aún no ocurre. Por una parte, los sucesos no son tan lejanos: apenas cien años; por otra, ellos despertaron tales vehemencias ideológicas que condujeron a una suerte de cosmovisiones en competencia y luego a la división geopolítica del planeta (los gobiernos comunistas cubrieron un tercio de la superficie terrestre), siempre amenazado con la dominación o la destrucción mutua cuando la guerra dejara de ser “fría”. Los hechos de 1917 moldearon la historia mundial del siglo XX.

Patricio Tapia
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