Del orden sagrado a la opción preferencial por los niños

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Resumen

“El argumento se desparrama hacia mil partes”, nota de Pablo Ortúzar con la que explica las dificultades a la hora de poner cierre a El poder del poder. El lector puede haber tenido esa sensación mucho antes de llegar a la conclusión. Pues mientras el título de esta obra genera la expectativa de una concentrada reflexión sobre una dimensión de la vida en común —la del poder—, la obra se extiende, en realidad, desde la reflexión básica sobre la sociabilidad humana hasta la cuestión de la opción preferencial por los niños. Si esta expresión se ha vuelto hoy parte de nuestro discurso político, en este libro no es una fórmula cualquiera, sino un intento por dar concreción a la pregunta por las víctimas del orden social. Entre estos asuntos aparecen la discusión sobre el carácter mimético de la cultura humana, los problemas de la representación y la peculiar mirada que recae sobre las élites en periodos de crisis. La bisagra que une estos tópicos no es una convencional clasificación de los modos de dividir el poder político y el poder social. Se trata de inquirir sobre el poder y su división, pero en particular preguntar por el modo de relacionarnos con las víctimas que todo orden social produce. Dichas preguntas remiten, a su vez, a una reflexión sobre la naturaleza misma del hombre y los modos en que lo sacro se vincula con el orden.

Manfred Svensson
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